"El propósito como el mayor (y mejor) compromiso para los directivos en la era de la sostenibilidad"
ISCTE, una de las universidades portuguesas más reconocidas, acaba de lanzar un libro que reúne a 101 personalidades que fueron invitadas a compartir su visión sobre la sostenibilidad y la responsabilidad social en nuestro planeta.
“101 Voices for Sustainability”* has a preface by António Guterres, General Secretary of the UN, and views from leaders like António Costa Silva, Minister for Economy and the Sea, Luísa Schmidt, Sociologist, among others.
As one of the guests in the book, Unipartner’s President, Fernando Reino da Costa addressed the positive impact of Digital innovation in building a more socially responsible and sustainable world.
Lea el artículo de Fernando a continuación.
El propósito como el mayor (y mejor) compromiso de los directivos en la era de la sostenibilidad
por Fernando Reino da Costa
Estos dos últimos años, en los que nos enfrentamos a Covid-19, han aportado una mayor urgencia a las hojas de ruta de la transformación digital, lo que, unido a una creciente resiliencia, ha permitido que las organizaciones que ya estaban en este camino sean las que mejor se han adaptado al cambio. Hoy en día, lo digital es transversal a todas las áreas y se ha convertido en algo imprescindible, pero ahora hay otro factor que encabeza las prioridades de las organizaciones y que va de la mano de la transformación digital: la sostenibilidad.
El concepto de "desarrollo sostenible" no es del todo nuevo, y fue la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la que, en 1987, presentó su primera definición: "el desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades, asegurando un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social".
La preocupación por la sostenibilidad tampoco es nueva, pero es cierto que ha cobrado protagonismo más recientemente, en lo que llamamos "el mundo moderno". La singularidad no está en el concepto, sino en su percepción en constante evolución, que ha cobrado aún más importancia en estos dos últimos años marcados por la transformación digital. Conceptos como "transición energética" y "desarrollo sostenible" ocupan ahora un lugar destacado en la agenda de los gestores, sea cual sea el sector de actividad, y están aportando cambios relevantes a los ciudadanos, pero también en la forma de relacionarse, vivir o trabajar.
De hecho, la directiva sobre la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSDR), publicada en abril de 2021 por la Comisión Europea, reforzó este cambio de paradigma e introdujo nuevas reglas en el mundo corporativo, con el objetivo de explorar el potencial del Mercado Único Europeo para apalancar la transición hacia un sistema económico y financiero sostenible e inclusivo, en línea con los objetivos del Green Deal europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
"El principal reto de las empresas se ha convertido en generar un impacto positivo en el mundo, y esta es la clave para una mejor adaptación a la era de la transformación digital y al mundo moderno. Lo nuevo, diría yo, es la conciencia de que lo digital es el "ingrediente" para un mundo más sostenible. Este punto me lleva a valorar positivamente que la visión de la UE del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) se sitúe exactamente en estos dos ejes, y formalice de alguna manera la prioridad y la unión de lo digital con la sostenibilidad."
Es válida la sensación de que la Comisión Europea y los Estados miembros están comprometidos con la aplicación de directivas y normas, con el objetivo de lograr la transparencia en materia de sostenibilidad en el mundo empresarial. Ahora nos corresponde a nosotros, directivos y líderes, implicarnos más en la respuesta a los retos medioambientales, ya sea a través de iniciativas internas, que pueden incluir la simple adopción del trabajo a distancia o híbrido (contribuyendo así a la reducción de las emisiones de CO2), o mediante el cambio de flota (a vehículos eléctricos), así como en la respuesta y las soluciones que presentamos a nuestros clientes.
A estas alturas, diría que "compromiso" es la palabra clave aquí, especialmente en lo que respecta a las métricas de 2030. Es necesario establecer objetivos concretos para todas las partes implicadas en el negocio, desde las infraestructuras, hasta las cadenas de suministro, back-offices y front-offices, operaciones, entre otros. Toda la cadena de valor revela impactos, pero también oportunidades de innovación y transformación, con aportaciones muy positivas.
En Unipartner, la preocupación por la sostenibilidad nos acompaña desde el principio. Nuestro propósito como organización es crear un impacto positivo en la vida de las personas a través de la innovación digital, promoviendo al mismo tiempo la sostenibilidad, la responsabilidad social y el bienestar. Nuestra acción se centra en 3 vectores designados oficialmente como ESGs, que significa aspectos ambientales, sociales (en términos de bienestar, calidad de vida y recalificación de las personas) y de gobernanza - creciendo legal y éticamente, asegurando la transparencia y las mejores prácticas a todas las partes interesadas. A través de iniciativas internas y externas, pretendemos aprovechar el poder de las tecnologías digitales para remodelar la forma en que producimos y cultivamos hoy en día, haciendo una contribución significativa y positiva a la sociedad y a la salud del planeta. Esta es una visión que hemos incorporado a nuestra ética y cultura como organización.
Hoy en día, la tecnología es una nueva forma de aplicar soluciones más ecológicas, movilizar a las personas y fomentar el cambio de comportamiento. Lo digital actúa como facilitador, por ejemplo, de la tan necesaria transición energética y de los nuevos modelos de producción distribuida, así como el elemento que nos permite trabajar a distancia y hablar hoy de una transformación de los modelos de trabajo. Son sólo dos ejemplos, entre otros muchos, que nos llevan a aspirar a un mundo en el que las empresas y organizaciones, de todos los tamaños, realicen su propio viaje de transformación digital con el fin de contribuir a un mundo más sostenible y responsable.
Como miembros de la organización internacional GeSI y de su movimiento "Digital with Purpose", que une sostenibilidad y tecnología, creemos que invertir en lo digital con este enfoque, con este propósito, es una prioridad. En primer lugar, ayuda a crear visibilidad y transparencia sobre las emisiones de cada organización, luego acelera su transformación, innovación y diferenciación, a través de la implementación de soluciones digitales y modelos de negocio con impactos positivos en los ODS. Por último, refuerza el compromiso con su propio plan y la contribución hacia 2030.
La sostenibilidad se está convirtiendo cada vez más en un criterio: es ya hoy, pero lo será aún más en un futuro próximo, un aspecto central de la competitividad y de los negocios, estableciendo una auténtica ventaja de valor. Por lo tanto, ayuda a las organizaciones y a las empresas a diferenciarse en el mercado y a situarse en una posición más favorable, no sólo a nivel nacional sino también mundial. También creo que, además de las normas de contratación, el principal responsable de premiar o "descartar" a las empresas y organizaciones será el propio mercado -consumidores y ciudadanos-, ya que esta mentalidad está cada vez más presente en los más jóvenes. Estos elegirán trabajar y comprar productos y servicios que muestren un verdadero compromiso con el cambio, que sean transparentes sobre sus emisiones, sus cadenas de valor y la contribución positiva de sus operaciones a los ODS.
Es necesario asumir que lo digital tiene un impacto positivo en la vida de las personas y que influye en su forma de relacionarse, comunicarse, vivir o trabajar. Por tanto, es urgente pasar rápidamente de la visión a la acción, y no olvidar que cada contribución cuenta.
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